domingo, 19 de agosto de 2012

El rincón de las reseñas: El Nombre del Viento


¡Buenos días, queridos lectores!

Aquí una de las vocales de nuestra Asociación (que se note la presencia femenina en el mundo del rol). Cassiopea a su servicio, para arrancar con una nueva sección del blog. En este caso trataremos algo que siempre hemos intentado promover desde que creamos TdF: la literatura.

Nota: Aunque no voy a incluir spoilers en este rincón (avisaré antes en caso de que aparezcan), sí pienso tratar temas que aparezcan en las obras y hablar sobre ellas con total tranquilidad. Leer o no, queda a vuestro criterio =)

Para iniciar nuestro rincón de lectura, he decidido arriesgarme con la reseña de un libro que está en boca de todos los consumidores de literatura fantástica. Una obra que ha sido aclamada por la crítica y puesta al nivel de genios como Tolkien o Martin. Sin más dilación: Patrick Rothfuss y El nombre del viento (primer libro de la trilogía Crónica del Asesino de Reyes). El archiconocido periódico The Times predijo que se convertiría en un clásico. Pero de todos es sabido que la crítica periodística no es muy fiable, pues se mueve de un lado a otro azotada por los vientos del mercado y las ventas. Así que… ¡comprobemos si merece la pena!


Tras una bonita cubierta, nos topamos con más de 800 páginas que narran la historia de Kvothe, que se hace llamar Kote el Posadero. Tras toparse con el Cronista, este le pide que le cuente su historia y nuestro protagonista accede, siempre y cuando sea en tres días. El primer volumen de la trilogía se corresponde al primer día de narración. Huelga decir que el resumen que eligieron para el libro no podía ser peor. Me tomo la licencia de copiar y pegar aquí, para los despistados.

“He robado princesas a reyes agónicos. Incendié la ciudad de Trebon. He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo. Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que la mayoría todavía no los dejan entrar. He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día. He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.”
Además de pintar al protagonista como un semidiós digno de las más grandiosas proezas de una épica partida de D&D, el dichoso resumen nos cuenta cosas de la trama que no debería. Qué manía con adelantarnos todo lo que va a suceder. Cuando Kvothe llega a Trebon, ya sé que va a terminar quemándola. Cuando Felurian aparezca, ya sé que por muy terrible que sea, conseguirá sobrevivir sin ningún tipo de tara. Editores, ¿cuándo aprenderán a hacer resúmenes concisos y llamativos sin tener que estropear la diversión a los lectores?

Pero no más distensiones. Una vez comienzas a leer, cuando te sumerges en el libro y vas introduciéndote en la historia y los personajes, te das cuenta de una cosa. Te ha hechizado. No sabes cómo ni cuándo, pero la prosa fluida de Rothfuss resulta absorbente. Sus descripciones llegan a ser casi líricas sin caer en pedanterías. Exceptuando quizás esos breves interludios, en los que Kvothe se sale de su narración en primera persona para volver al presente, a la taberna, donde se desarrollan ciertos acontecimientos. Esos momentos rompen bruscamente la historia de su pasado. Aún así, su narrativa me ha resultado excepcional, y tengo que mencionar también el trabajo de la traductora, que ha sabido captar la esencia de la obra por completo. Y transmitirla.

Kvothe, el bardo del Eolio
Hay quien ha acusado a Rothfuss de que el protagonista es demasiado perfecto. Una inteligencia muy superior a la media, una habilidad sin igual para la música, su carisma natural… Sin embargo, mi pregunta es: ¿y qué? Kvothe es el Asesino de Reyes. Un personaje del que no sabemos prácticamente nada, excepto sus comienzos en la vida y su adolescencia. Obviamente Rothfuss podría haber elegido contar la apasionante vida de una mendiga cualquiera de Tarbean. Pero no lo hizo, y no creo que nadie prefiera leer una historia anodina a una apasionante. Quien no busque fantasía épica (ojo, no en el sentido épico de El Señor de los Anillos), que vaya a leer Oliver Twist. Es cierto que el protagonista tiene una buena cantidad de virtudes; pero también defectos que le hacen meterse en líos constantemente. Y además, Kvothe está rodeado de otros personajes, tanto o más fascinantes que él. El entrañable Sim, siempre dispuesto a echar una mano; Abenthy, su mentor, quien guarda secretos más allá de la simpatía; la misteriosa Denna. Y mis favoritos: Auri, la extraña chiflada que trae rayos de sol en botes. Elodin, el maestro nominador. O Devi, sin pelos en la lengua y un oficio realmente aterrador.

¿Y los Chandrian? Para mí, lo mejor de todo el libro. Su presencia es constante en la novela, y cuando llega el final nos damos cuenta de que no sabemos nada sobre ellos en realidad. No han aparecido explícitamente (sin contar esa primera “toma de contacto” de Kvothe); pero parecen estar ahí como algo latente. Siniestros, ocultos en las sombras. ¿Qué son los Chandrian? No son simples demonios. Han ido borrando su rastro a lo largo de la historia, ¿por qué? Este misterio será uno de los principales hilos de la trilogía.

Los Cuatro Rincones de la Civilización
Otro punto que tengo que resaltar es la ambientación, a pesar de no tener la amplitud y la profundidad de otras sagas. Ese mundo medieval con toques de magia tiene su encanto (remarco: un concepto de magia realmente novedoso para mí, sin magos y hechiceros al uso). En concreto, la Universidad, donde se desarrolla gran parte de esta novela. Un pequeño universo bien delimitado, donde todo parece intensamente real y bien estructurado. Sin duda, un elemento original para introducir en cualquier partida rolera de temática fantástica.


Para no enrollarme más, en líneas generales me ha parecido una buena novela. Tiene todo aquello que necesita una obra de esta temática de fantasía (excelente ambientación, intrigas y personajes misteriosos, magia, amor, muerte, música), y como dije antes, la narración es intachable. A mí me ha gustado. Me ha merecido la pena leerlo; he de decir que me enganchó y devoré las páginas en pocos días. ¿Un clásico al nivel de Tolkien? Pues no sé yo qué decir. Siempre he pensado que comparar a Tolkien con otros escritores es algo arriesgado. Palabras mayores. ¿Una buena novela, inusualmente brillante dentro de este género? Sí, tres veces sí.

Nota: 8. Muy recomendable.
Lo mejor: Personajes originales. Un excelente dominio de la palabra por parte de Rothfuss. Los Chandrian. El autor es rolero y un frikazo (para más datos, consultar Google Imágenes).
Lo peor: Los interludios que cortan en cierto modo la narración. A veces quería que terminasen para que continuara la historia central.

¡El mes que viene, más!
Cassiopea.

Extra: Si no conocéis a Marc Simonetti y sus maravillosas ilustraciones para juegos de rol, videojuegos o cubiertas de libros... Visitad su galería o estaréis condenados a sacar pifias constantemente durante las  próximas tres partidas que juguéis. Click. http://marcsimonetti.deviantart.com/gallery/

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